Martina Salvo de Oliveira
Chile mira por el retrovisor. Lleva fruta fresca y vinos, productos con los que es referente exportador y productivo en la región. Por años, los que lo seguían no lograban acercarse. Pero cada vez se vuelve más difícil mantener la distancia. Y ahora ve como rápidamente se acercan economías vecinas cargadas con los mismos productos, que han recargado el combustible y amenazan con adelantarlo. Si bien dependiendo del producto y del mercado, varía la competencia, los que podrían dar mayor dolor de cabeza son Perú, Brasil y Argentina (ver recuadro).
Perú ha ampliado su portafolio con frutas como la uva de mesa, los paltos, los cítricos y los espárragos -es el mayor exportador del mundo. Brasil también crece a a alta velocidad. Así el valle de San Francisco aumentó la producción de uva de mesa en 18% el 2010, eso, sin contar que el país "mais grande do mundo" se convirtió en el tercer oferente de la región en vinos. Finalmente Argentina, además de ganar la batalla de las peras con Chile, sigue peleando codo a codo para aumentar la valoración de sus vinos y crece en sus superficies de berries.
No hay "peros" ni calidad chilena que valga frente a la cruda y creciente competencia. Los expertos dicen que el país tiene que ponerse las pilas, saber qué están haciendo los vecinos, los volúmenes que están produciendo y los acuerdos que están firmando; y con toda esa información en la mano, tomar acciones concretas para hacer frente a ese escenario. De lo contrario, las exportaciones nacionales podrían ser sobrepasadas por los países que ya le pisan los talones.
"Si Chile no se aviva, le van a aserruchar el piso en los mercados de exportación", enfatiza un consultor.
La cosa podría pasar a negro oscuro ante las ventajas comparativas de los vecinos. Una mano de obra más barata, características territoriales que favorecen el desarrollo de un producto, espacio para crecer en volumen y políticas de mayor apertura y menos trabas para las exportaciones son ítems que suman puntos.
"Argentina, Brasil y Perú tienen más recursos naturales que nosotros; pueden desarrollar grandes sistemas productivos y economías de escala. Eso significa que pueden ofrecer precios más competitivos, lo que nos puede perjudicar", puntualiza Marcos Mora, profesor de economía agraria de la Universidad de Chile.
Pese a que la situación es urgente y todo indica que la pregunta generalizada entre los empresarios debiera ser "¿cómo enfrentamos esto?", lo cierto es que no es mucho lo que se ha hecho.
"Muchos miran sorprendidos la creciente presencia de economías como Perú, pero más allá de eso, faltan iniciativas específicas para contrarrestar lo que está pasando", puntualiza José Manuel Alcaíno, presidente de la consultora Decofrut.
Los expertos dicen que hay que tomar el peso de lo que podría representar la sombra de la región para Chile, antes que se desfonde el problema. La clave estaría en mejorar los ítems donde está tambaleando la competitividad.
Problemas y soluciones
Uno de los temas que debilitan a Chile es el costo de la mano de obra. El agro nacional es uno de los que mejor paga a sus trabajadores dentro de la región. Comparado a países como Perú, un operario agrícola nacional puede ganar hasta tres veces más.
"A un trabajador agrícola se le está pagando 8 mil pesos al día, como mínimo. La gente que está en packing puede ganar hasta 35 mil pesos, dependiendo de la calificación. La cosa está más atrasada en Perú y Bolivia; Argentina se aproxima más a Chile y en Brasil hay de todo. Eso puede hacer tambalear nuestro costo final. Si un comprador ve dos racimos de uva idénticos va a preferir el más barato", explica Mora.
La solución para esto no pasa por pagar menos y sí por avanzar en la asignación de valor. Por ejemplo el Servicio
Agrícola Ganadero es un órgano fiscalizador reconocido a nivel mundial por ser altamente exigente. Eso se podría promocionar.
Lo mismo pasa con otros valores como la baja cantidad de plagas que se dan en Chile por sus barreras naturales, las condiciones de la tierra, el agua utilizada para regar que viene desde la cordillera, el sello natural en productos como la carne, cuyos bovinos son alimentados en praderas, la preocupación medioambientalista. Aunque Chile se ha posicionado en productos de exportación como la fruta y los vinos, Perú, Argentina y Brasil cada vez están más cerca. Para competir y mantener el liderazgo, la clave es poner ojo a lo que están haciendo los vecinos y no esperar a que nos sobrepasen.
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Fuente: Revista Del Campo.